El imperio de la ópera

Majestuosidad en el escenario

Por: Diana Leticia Nápoles

Conocido internacionalmente como el «Met» de Nueva York, el Metropolitan Opera Center, es un reconocido teatro de ópera ubicado en el Lincoln Center en el Upper West de Manhattan, que cuenta con su propia compañía de artistas y desde hace años decidió transmitir en vivo a más de cuarenta países en el mundo sus temporadas de ópera, que año tras año reúnen a los top ten del género.

Llegar al Met es entrar a un recinto donde convergen cantantes, directores de orquesta, compositores, músicos, directores de escena, diseñadores, artistas visuales, coreógrafos y bailarines. Un lugar mítico, que un par de años después de su fundación sufrió un incendio, del que consiguió recuperarse gracias al empeño de un grupo de familias que buscaba trasmitir la tradición operística a las generaciones posteriores, como un regalo invaluable.

El Met ha sido escenario de miles de representaciones, incluso las primeras grabaciones se realizaron con el fonógrafo que en aquellos tiempos acababa de ser inventado por Thomas Alva Edison. Cada temporada que se presenta en este imponente teatro tiene una duración de nueve meses.

UN POCO DE HISTORIA

Esta compañía fue fundada en 1880 por un grupo de industriales y familias prominentes, siendo inaugurada con Fausto de Gounod, protagonizada por la soprano sueca Christine Nilsson, en 1883. Actualmente, en este lugar se realizan cerca de 220 funciones por año, donde los cantantes de ópera más destacados a nivel internacional interpretan a sus personajes, además de contar con directores de orquesta de gran experiencia y reconocimiento. El teatro fue diseñado por el arquitecto J. Cleaveland Cady.

Se trata del auditorio de ópera más grande de todo el mundo, con un total de 3 mil 800 asientos y 175 plazas de pie. Una de las características de su peculiar arquitectura son unas estructuras conocidas como «arañas de cristal», que penden del techo, mismas que desaparecen de la vista en cuanto inicia la función.

En este teatro se han presentado artistas de la talla de Caruso, Maria Callas‚ Kraus y Caballé. Como espacio, se le considera el mayor representante de música clásica de Norteamérica. Cada año, las óperas tienen lugar a partir del mes de septiembre y hasta mayo, con una programación que se presenta en distintos países a través de una señal satelital. La mayor parte del tiempo, la temporada consta de 27 óperas, que se presentan en su idioma original, con subtítulos en distintos idiomas. Además, es un foro que se distingue por su acústica, digno de la elegancia que sus muros encierran.

ORIGEN E INSTAURACIÓN

En 1892, el «viejo Met» sufrió un incendio y tuvo que ser reconstruido, reabriendo sus puertas en 1893. Después del incendio tuvieron que pasar varios años para que se construyera el nuevo espacio, donde la compañía encontraría mejores condiciones para desarrollar su trabajo, ya que muchos de los materiales y escenografías que se utilizaban no podían ser instalados por su volumen y tamaño.

Cuando el Lincoln Center apareció en Nueva York, los planes del Met se complementaron, pues en este proyecto se encontraron satisfechas las necesidades propias del nuevo teatro de ópera. Finalmente, en 1966, se realizó la última presentación en el antiguo teatro, donde participó la soprano Zinka Milanov, quien hizo su despedida durante esa noche de gala.

EL NUEVO MET

Durante los primeros años de su arranque, la compañía presentaba todas las obras en italiano, después en alemán y finalmente, se decidió que la mayoría de las obras serían presentadas en su idioma original.

Por la prestigiosa lista de integrantes de esta compañía han desfilado artistas como el de Christine Nilsson, Sembrich Marcela, Lilli Lehmann, Nellie Melba, Emma Calvé, los hermanos Jean y Edouard De Reszke, Eames Emma, Lillian Nordica y Enrico Caruso.

En el Met se han estrenado óperas de gran trascendencia, entre las que se cuentan las obras de Wagner, Die Meistersinger von Nürnberg, Das Rheingold, Siegfried, El ocaso de los dioses, Tristán e Isolda y Parsifal, Boris Godunov, Der Rosenkavalier, Turandot, Simón Boccanegra y Arabella. Además, 31 estrenos mundiales han visto la luz en ese mismo teatro, incluyendo La fanciulla del West y Il Trittico de Puccini.

LAS PRIMERAS TRANSMISIONES

En 1931, se presentó Hänsel y Gretel, convirtiéndose en la primera transmisión televisiva de una ópera directa desde el Met. En 1977, comenzaron a realizarse una serie de producciones televisivas, las cuales se difundían a través de la señal pública. Ahora, se han grabado decenas de óperas, mismas que son puestas a la venta a través de formatos de video en DVD.

A partir de 1995, el teatro puso a disposición de los usuarios los subtítulos de las óperas, a través de un sistema con el que el espectador puede obtener traducciones en inglés, español y alemán. Cada vez que se realiza alguna presentación en el teatro, asisten alrededor de 800 mil personas, además de los otros tantos miles que tienen acceso a los cines y al canal Live HD.

EL MET ACTUAL

Otra de las particularidades de esta compañía es el uso de herramientas tecnológicas, ya que además de ofrecer las óperas en vivo, han creado una infraestructura tecnológica que les permite trasmitir simultáneamente sus espectáculos en vivo, a decenas de países en diferentes partes del mundo.

El material se transmite en alta definición, HD, a través de una red satelital que permite disfrutar desde la comodidad de otros teatros ubicados a millones de kilómetros, las mismas presentaciones, contando incluso con escenas detrás de cámaras, donde los asistentes pueden apreciar la preparación de los escenarios, así como los cambios de vestuario y otros elementos que forman parte del proceso.

Cada puesta en escena tiene a su cargo producciones gigantescas donde participan artistas, contratenores, sopranos, mezzosopranos, así como un equipo de profesionales que permite llevar obras como El sueño de una noche de verano de Britten, y Mitridate re di Ponto de Mozart, sólo por mencionar algunas.

El volumen, timbre y otras cualidades vocales de los cantantes crean una experiencia que los espectadores difícilmente podrán olvidar, pues todos los sentidos están puestos en el disfrute de una presentación que no sólo consta de la puesta en escena, sino que conlleva la musicalización, vestuarios y todo un montaje de diseño para su representación.

El Met ha sido comparado con otros teatros, como La Fenice, La Monnaie, Royal Opera House, Óperas del Estado de Berlín, Munich y Hamburgo, Ópera de San Francisco, Ópera Lírica de Chicago y Ópera de La Bastilla.

Su escenario tiene un área de 24 metros de profundidad, además de 16 metros de ancho. Por otro lado, el Met cuenta con una tecnología que permite cambiar con rapidez los escenarios de las obras, puesto que utiliza un sistema de tramoyas y cicloramas que se sustituyen con rapidez para darle paso al siguiente número.

A la entrada del recinto se encuentran dos murales del pintor Marc Chagall, The Triumph of the Music y The Sources of the Music. Además, también hay algunas esculturas.

LIVE IN HD

Este año el repertorio del Met incluye óperas como La Bohème, Così fan tutte, Die Fledermaus, Eugene Onegin y Madama Butterfly. Las óperas que se transmiten en vivo también están disponibles en cines, con títulos como Tosca, Falstaff, Rusalka, Werther, La Cenicienta, La Nariz y El Príncipe Igor.

Nombrado por algunos como el templo de la lírica y uno de los mejores sitios para disfrutar de una ópera, las producciones se transmiten vía satélite, con imágenes en alta definición, desde Nueva York a más de cuarenta países en el mundo. En México este programa, además de llegar a la capital, se proyecta en estados como San Luis, Zacatecas, Durango y Coahuila, entre otros.

Twitter: @diananapoles

Texto publicado en la sección Arte de la revista catorcenal Siglo Nuevo del periódico El Siglo de Torreón el 26 de septiembre de 2013.

Enlace a publicación: https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/917221.html